Si cada vez que se cruza con alguien en vez de mirarlo a sus ojos lo miran a los hombros, o si alguien de confianza lo toma del hombro solo para sacudírselos. Entonces usted es uno más de los miles que sufren de este problema: La caspa.
El origen de la caspa
El problema de la caspa afecta hoy en día a un número cada vez mayor de personas. La fatiga creciente, el estrés, los problemas digestivos, psicológicos u hormonales pueden favorecer la aparición y la proliferación de la caspa.
La caspa es una exfoliación exagerada de la piel. Es el signo visible de un desequilibrio en alguna parte de nuestro organismo que se manifiesta de forma localizada.
Muchos adultos padecen este proceso ¿inestético? (¿antiestético?) y molesto.
¿ Cómo aparece?
Al igual que en todo el cuerpo, la piel del cuero cabelludo se renueva cada 20 ó 30 días. Se trata de un proceso natural. La aceleración de este proceso, acompañada de un desequilibrio de la flora microbiana (proliferación de Pityrosporum orbiculare) (no se puede poner más claro) da lugar a la caspa, lo que provoca una descamación excesiva del cuero cabelludo, asociada con frecuencia a irritaciones.
Debemos recordar que existen dos tipos diferentes de caspa: grasa y simple.
La caspa simple se manifiesta por el desprendimiento de minúsculas películas, que “empolvan” cuello y hombros, sobre todo después del peinado. En el cuero cabelludo no existen fenómenos inflamatorios, sólo descamación de pequeños elementos.
En la caspa grasa las escamas son más gruesas y se acompañan de un eritema visible sobre todo en el borde frontal del cuero cabelludo. (más claro?)
Pueden observarse estados de intensidad y calidad variable, condicionantes de aspectos que oscilan entre sequedad, adherencia y grasitud maloliente, dependientes de los cuidados higiénicos que se brinden al cuero cabelludo.
Los errores que hay que evitar:
• Interrumpir bruscamente un tratamiento anticaspa.
• Utilizar un shampoo mal adaptado
• Abusar de permanentes o tinturas
• Adquirir el hábito de pasarse la mano por los cabellos o, peor aún, de frotarse sin cesar el cuero cabelludo.
Las actitudes que hay que adoptar:
• Enjuagar bien los cabellos tras cada aplicación de shampoo
• Preservar la forma física general
• Mantener una alimentación equilibrada
La clave para combatir la caspa es eliminar las escamas con la misma rapidez con que se forman, lavando el cabello diariamente. Un shampoo específico generalmente funciona bien. Cepille su cabello antes de cada lavado. Con el tiempo, tal vez pueda lavar el cabello un día sí y otro no sin que se acumule la caspa, pero probablemente nunca podrá lavarlo con una frecuencia menor que esa.
SHAMPOO PROPOLEOS
-tratamiento anticaida/anticaspa, enriquecido con Equinacea-
Con Propóleos, Equinácea, extracto de Laurel, complejo de vitamina B, provitamina B5, ácido salicílico, asociación de extractos de Hiedra, Bardana y Berro. Los extractos de Laurel y de Equinácea combaten la caspa, gracias a sus propiedades antisépticas. De la misma manera, el complejo de vitamina B, asociado a los extractos de Hiedra, Bardana y Berro, ayuda a reequilibrar los niveles de sebo y complementa el tratamiento anticaspa. La provitamina B5, junto con el ácido salicílico, elimina las células muertas e hidrata el cuero cabelludo; evitando que se reseque y se debilite, protegiéndolo de su caída.
Modo de uso: utilizar 2-3 veces a la semana. Aplicar sobre el cuero cabelludo previamente mojado con agua tibia. Masajear. Enjuagar abundantemente. Realizar un segundo lavado. Dejar actuar 2-3 minutos. Enjuagar abundantemente con agua tibia.
No contiene detergentes ni fenoles.
REINO, CAMINO NATURAL A LA BELLEZA